Wednesday, April 26, 2006

"Voy a perder la cabeza por tu amor"

Capítulo 3 – En el que todo lo dicho puede ser usado en tu contra

No siempre despertar es agradable. Cuando lo es, la sensación es intensa. Abrir los ojos y empezar a sentir el cuerpo en la cama. Ese cuerpo que abandonamos por ocho o diez o seis horas. Sentir las sábanas en la piel. Reconstruirse. Estar cómodo. Cambiar de posiciones y estar confortablemente desparramado en la cama.
A veces es al revés. Abrir los ojos y encontrarse destrozado. El cigarrillo de la noche anterior, los pensamientos, los deseos inconscientes. No encontrarse. Quedarse en la cama, apretando los ojos para volver a unir algo que está esparcido, disperso, quebrado.Cuando pienso en vos me pasa. Sólo que a veces pienso que sé quien sos y otras junto los pedacitos.

Tuesday, April 18, 2006

"Voy a perder la cabeza por tu amor"

Capítulo 2 - En el que se entiende que la coherencia es puro impulso por lo tanto no es coherente.

Te odio. Con toda el alma. Te quiero. Con todo el cuerpo.
Nada de lo que escribo es real. Te odio.
Todo lo que escribo es cierto. Te quiero.
Con toda el alma. Con todo el cuerpo.
Me estoy yendo.

Thursday, April 13, 2006

Primera Entrega de “Voy a perder la cabeza por tu amor”

Capítulo 1 - En el que se conoce parcialmente al protagonista a través de sus actitudes homicidas

Nada cambió pero mi silencio fue mayor… cuantas veces yo pensé volver. Lo escribo así, porque así lo voy escuchando. Me siento extrañamente bien, hoy. Es como que a veces entiendo que las decisiones no-decisiones me llevan a lugares en los que quiero estar. ZAKABUM! Estoy acá, todo, entero (más allá de los huecos).

Entreabrir. Esa palabra simboliza un pez. Nada en el agua. Nada en el cielo. Nada en el fuego. Nada en la tierra.

Y ahora me pongo poético. Un sensiblero. Un demonio. Una tempestad. Llueve y hace tiempo viene lloviendo, una risa se envuelve en el sol.

Una mujer llamada Hotel, entro esta mañana a casa. Se paró en la mesa de luz, me dijo que tenía algo para darme. Abrió el maletín y saco dos píldoras verdes dentro de un estuche transparente.

Me dijo: OHHH AHHH OHHH AHHH

La miré por unos instantes, extrañado, como no entendiendo lo que me decía. Le hice una seña con la mano para que tratara de sacar para afuera aquello que la tenía un poco ofuscada.

Volvió a decirme: UHHH AHHH EH JEM JEM JEM AAAAAAAAAAARRRRRRR.

Entonces comprendí que debía dejar de presionar su cuello para que pudiera hablar. La solté. Me levanté de la cama, abrí el placard, tomé una de las 2000 cajas de fósforos que conservo apiladas, tomé una, metí la mano en la bata que llevo puesta cada mañana al levantarme, saqué el último cigarrillo de una caja de veinte y raspando violentamente el fósforo en el borde de la caja, encendí el cigarrillo. La miré como tratando de entender. Evidentemente estaba nerviosa por la situación. Tal vez era la primera vez que tenía que hacer el trabajo.

- ¿Como te llamás?
- Eso no importa – le dije.
- Nunca entendí eso de fumar en las mañanas soleadas, el cigarrillo es para la tristeza de la lluvia.

No puedo escribir diálogos. En los diálogos me pierdo, algo me falta, se escurre de las manos, no los siento. Debería escribir más diálogo, de ahora en más, mucho diálogo, mucho, a ver que pasa.

- ¿Que estás escribiendo? Nunca vas a poder ser real.
- ¿Quién te dijo que quiero ser real?
- No, parecía.
- No, mi problema es querer transmitir algo, encontrar la forma de transmitir un estado, poner un perro que ladre y que escuches el ladrido como ahora, ¿me comprendes Mendez?
- Si, bah, más o menos. Escribís como si vomitaras en realidad. Y también te haces el misterioso, y también pensas que lo que escribís es una mierda, una farsa, una mentira y que lo que te pasa a vos, personalmente supera lo que puedas escribir. También a veces pensás que sos un genio. Tratás aunque no parezca a veces de buscar explicaciones de todo, entender. Te creés conciente de un montón de cosas, creés que sos un tipo seguro.
- Soy un tipo seguro. Soy un genio, sólo que no tengo ganas de que todo el mundo se entere de eso. Podría despertar sospechas, podrían querer eliminarme del mapa.
- Sos bastante paranoico también, en eso refugias tus miedos.
- Pero lo estoy demostrando, cuando me lean se van a dar cuenta de todo. Van a entender. Pero por ahí eso pasa dentro de años y años. Porque a los grosos escritores les pasó eso.
- Estás siendo patético.
- Lo que pasa es que vos sos mi parte oscura, bah o realista, en cambio yo soy el sensible y egocéntrico. También paranoico, es verdad, eso. Pero no te das cuenta que Hotel te quiere engañar, es la primera vez que hace ese trabajo, pero ella pertenece a los encargados de hacer tu vida más complicada.
- La liquido entonces.
- Mmmm.
- Hotel, un favor antes de empezar: no me vengas con pelotudeces. Si quiero fumar, fumo.
- Yo no dije que no fumara, solo dije que no lo entendía.
- Ok, empecemos.
- Primero: ¿En que parte dejó al perro Jonás?
- Hace años que no lo veo, creo que lo perdí en una apuesta. Yo aposté que Popeye podría romperle la cara a Batman. Un historietista se encargó del trabajo. Primero dibujó a Popeye. Lo dibujó en el extremo izquierdo de una hoja. Lo hizo muy pequeño, en comparación a Batman. Siguió desarrollando la historia. Batman contaba con todos sus bati-elementos de ataque, por lo tanto en un primer momento fue castigando duro al tuerto. Apareció de manera inevitable el factor Espinacas. Ahí Popeye recuperó el terreno perdido y le dio una tunda a Batman. No duró mucho, el bati-maldito se levantó de repente y como es Batman, un superhéroe con más entrenamiento que “popai” le cortó el cuello un murciélago de acero, de esos como estrellas ninjas pero batis.
- ¿Jonás?
- Yo aposté por Popeye a Jonás, era un perro muy codiciado.
- Entiendo.

En ese momento dije, basta, ya está, ya fue chabona. Le tiré con el cuchillo que tengo en el otro bolsillo de la bata. Entro limpito en el ojo izquierdo. Popeye. Jajajajajaja. Popeye. Jajajaja. Popeye.

Sunday, April 09, 2006

Palabras del domingo

En los aromas uno encuentra rápidamente los orígenes, y me está pasando que a medida que pasan los años, los viajes en aromas aumentaron su frecuencia.

Sensaciones que vienen de atrás, abriéndose entre la piel que se pone de gallina. Es un retorno, esto de sentir los olores, pero hay algo nuevo también. Es la convicción de ir hacia un lugar.

Hoy domingo, estuve caminando por algunas calles de Rosario, llegando a la Plaza Sarmiento, sentí que veía a la gente. En todo su esplendor, en toda su oscuridad.

No es gracioso darse cuenta de cosas. No es divertido. Pero es totalmente necesario. Y pensaba en la cantidad de gente y lo que está pasando, lo que pasa ahora, lo que pasará. No es nostalgia, es carne viva en la piel y los ojos.

La soledad es densa. Una capa tras otra y uno se da cuenta de la soledad que no es soledad en realidad, pero parece que lo fuera. Hoy sentí la necesidad de un abrazo. Y me lo di.

Escribir es lo más pleno en mí. Pero la vida hace que yo escriba. Entonces vivir es lo más pleno en mí.

Hace un par de días que no sueño, que no recuerdo lo que sueño. A veces es mejor. Los sueños son visiones, realidades que dejan rastros de marcas. Son marcas. Son rastros. Cuando me pierdo los sueños me orientan. Últimamente es así. Ahora no estoy perdido, estoy despierto. Es contradictorio, pero es real. Porque cuando estoy despierto también sueño.

¿Tendré hijos? Leerán estas palabras si los tengo. O no. A lo mejor un colapso en la red informática mundial hace ¡kaput! a todo. De todos modos siempre quedarán algunas fotos, algunos papeles, algunas palabras.

¿Estaré en el tercio de mi vida? ¿En el medio? ¿En el principio? ¿En el fin?

Tengo un lunar en la palma de la mano. ¿Significará algo? Me lo estuve mirando un día, durante mucho tiempo. Es chiquito y está ubicado casi pegado a una de las líneas que no sé si es la de la vida o cual. No conozco en profundidad el tema de la quiromancia (no estoy seguro que sea quiromancia el término) Se me ocurrieron un montón de cosas: que era un universo, que era mi muerte, que no era nada, que eran células muertas, caca de bichito. Igual, es un lunarcito que queda lindo.

De una forma u otra siempre me estoy preguntando cosas. Aún cuando estoy seguro de algo, eso, es también una pregunta.

Así el destino
formó un solcito
un enorme círculo verde de luz
que viaja para ser un sol

Yo estoy entre el sol y la palma
la mano se muda
mi cuerpo se expande
nazco en cada segundo
los segundos son un invento
nacer también
y hay un duende en el balcón
a punto de volar
sin saber
el origen del cosmos se explica con una palabra
y yo escribo una y otra vez lo mismo

(fue eso, escribir sin pensar, sintiendo)

Tengo la lágrima en los dientes corroídos
los huecos el vacío
las palabras y el destino
es igual el mundo que ayer
es ayer siempre
y mañana es hoy
(¿de donde lo habré sacado?)
pero nunca es jamás
Tengo la lágrima en la flor
guardo distancia y veo
pienso la luz
pienso la plantita que crece en mi pasillo
es lo mismo el pan
todo es lo mismo
y yo también cambio relampagueante
como todo

el universo

Abriendo puertas, que algunos no entenderían ni verían. (Ojos de Brujo)