"Voy a perder la cabeza por tu amor"

Capítulo 4 – En el que se trata de sostener una teoría que afirma que tener intimidad con otra persona implica una lucha de poder permanente

Te hablo y cuando te hablo te miro directamente a los ojos. No puedo dejar de hacerlo, tus ojos tienen la profundidad que hace tiempo esperaba, la calidez y el color, la armonía del amor.No dejo de mirarte, y sin que te des cuenta, mientras hablo, te retuerzo el brazo como en una toma de yudo, te hago arrodillar, te caés de rodillas al suelo. Estás a mi merced. Mi relación hacia vos es esa. Vos de rodillas. Yo sometiéndote. Vos dejándote. Yo abusándote. Vos dejándote en mis manos. Tus rodillas y la sangre.
No siempre que te hablo te miro a los ojos. A vos te encanta escucharme. Pensás que sé lo que pasa y que adivino lo que va a pasar. Creés que sé hacia donde voy. No te das cuenta que te estoy torciendo el brazo. Cuando no te miro a los ojos, es peor. Más te caés, más te sometés.
Un día me olvido de todo esto. Un día te miro. Un día me duelen las rodillas.

Madre.

La teoría funciona con cualquier tipo de relación íntima. Podría haber dicho otra cosa en el renglón final. Sin embrago dice Madre. No hay demasiado que aclarar, pero no es posible luchar contra uno de los que soy. El poder es la fuerza que mueve al hombre, así como pude someter a la hermosa Hotel (del capítulo 1) otras personas realizan lo mismo conmigo. En los sueños, el poder actúa diferente. El amor es una relación de poder. El soñar es una relación de amor.

Me hablás. No te escucho y esquivo la mirada. Me cuesta sostenerla. Tus ojos son profundos, parecen tragarme. Hay un triángulo más fuerte sobre nosotros y además un círculo. El color y los aromas.Me retorcés, puedo sentir la fuerza de tus brazos en los míos, de tu cuerpo suave, tu humedad destrozándome, retorciéndome. Caigo de rodillas y te chupo. Mi relación hacia vos es esa. Te lamo. Caigo de rodillas. Vos dejándote. Sangre. Me encanta mirarte. Y te escucho. Te siento. Sé lo que va a pasar y me siento poderoso. Me estás torciendo el brazo. Cuando no te miro a los ojos es peor. Más te elevás, más te sometés.Un día me olvido de todo esto. Un día te miro. Y te duelen las rodillas.

Fue hermoso hacer el amor en el piso del baño, nena.

Novia.