Sunday, April 09, 2006

Palabras del domingo

En los aromas uno encuentra rápidamente los orígenes, y me está pasando que a medida que pasan los años, los viajes en aromas aumentaron su frecuencia.

Sensaciones que vienen de atrás, abriéndose entre la piel que se pone de gallina. Es un retorno, esto de sentir los olores, pero hay algo nuevo también. Es la convicción de ir hacia un lugar.

Hoy domingo, estuve caminando por algunas calles de Rosario, llegando a la Plaza Sarmiento, sentí que veía a la gente. En todo su esplendor, en toda su oscuridad.

No es gracioso darse cuenta de cosas. No es divertido. Pero es totalmente necesario. Y pensaba en la cantidad de gente y lo que está pasando, lo que pasa ahora, lo que pasará. No es nostalgia, es carne viva en la piel y los ojos.

La soledad es densa. Una capa tras otra y uno se da cuenta de la soledad que no es soledad en realidad, pero parece que lo fuera. Hoy sentí la necesidad de un abrazo. Y me lo di.

Escribir es lo más pleno en mí. Pero la vida hace que yo escriba. Entonces vivir es lo más pleno en mí.

Hace un par de días que no sueño, que no recuerdo lo que sueño. A veces es mejor. Los sueños son visiones, realidades que dejan rastros de marcas. Son marcas. Son rastros. Cuando me pierdo los sueños me orientan. Últimamente es así. Ahora no estoy perdido, estoy despierto. Es contradictorio, pero es real. Porque cuando estoy despierto también sueño.

¿Tendré hijos? Leerán estas palabras si los tengo. O no. A lo mejor un colapso en la red informática mundial hace ¡kaput! a todo. De todos modos siempre quedarán algunas fotos, algunos papeles, algunas palabras.

¿Estaré en el tercio de mi vida? ¿En el medio? ¿En el principio? ¿En el fin?

Tengo un lunar en la palma de la mano. ¿Significará algo? Me lo estuve mirando un día, durante mucho tiempo. Es chiquito y está ubicado casi pegado a una de las líneas que no sé si es la de la vida o cual. No conozco en profundidad el tema de la quiromancia (no estoy seguro que sea quiromancia el término) Se me ocurrieron un montón de cosas: que era un universo, que era mi muerte, que no era nada, que eran células muertas, caca de bichito. Igual, es un lunarcito que queda lindo.

De una forma u otra siempre me estoy preguntando cosas. Aún cuando estoy seguro de algo, eso, es también una pregunta.

Así el destino
formó un solcito
un enorme círculo verde de luz
que viaja para ser un sol

Yo estoy entre el sol y la palma
la mano se muda
mi cuerpo se expande
nazco en cada segundo
los segundos son un invento
nacer también
y hay un duende en el balcón
a punto de volar
sin saber
el origen del cosmos se explica con una palabra
y yo escribo una y otra vez lo mismo

(fue eso, escribir sin pensar, sintiendo)

Tengo la lágrima en los dientes corroídos
los huecos el vacío
las palabras y el destino
es igual el mundo que ayer
es ayer siempre
y mañana es hoy
(¿de donde lo habré sacado?)
pero nunca es jamás
Tengo la lágrima en la flor
guardo distancia y veo
pienso la luz
pienso la plantita que crece en mi pasillo
es lo mismo el pan
todo es lo mismo
y yo también cambio relampagueante
como todo

el universo

Abriendo puertas, que algunos no entenderían ni verían. (Ojos de Brujo)

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

negro: La Plaza Sarmiento siempre genera sentimientos encontrados, para mí tiene ese no sé qué, eso mismo que Once en Bs. As., y no es raro que al menos yo como creo vos ahí la vincules con sueños. Porqye los sueños son viaijes. (No por ser egocéntrico, me remito a "2 Sueños, historia de un chico dormido": los sueños orientan la vida real muchjas veces). Genio.

10:04 PM  
Blogger Negrus said...

Si, Ferdi. La plaza sarmiento, las terminales, todas. Algunas partes de la peatonal, las galerías, el subte en Buenos Aires. Una opresión, una oscuridad extraña.

12:44 PM  

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